¿Eres más de blanco o de tinto?

Mucha gente cree que tiene los gustos muy definidos y a la hora de elegir un vino, sin dudar piden el suyo habitual y normalmente se trata de una elección muy clásica entre un vino blanco o tinto.

¿Sabes que cada país tiene sus preferencias?

En un mundo actual tan globalizado, cuando viajamos solemos probar la gastronomía típica de cada país. Es posible que algunos sabores nos resulten sorprendentes, con las mezclas de especias o sus texturas y aromas, así descubrimos y ampliamos nuestros conocimientos culinarios, pero también hay veces que no acertamos con el plato y pueden ser unas experiencias bastante desagradables.

Ocurre exactamente lo mismo con los vinos – en algunos países la gente prefiere vino tinto y seco y aunque una bodega tenga un buen vino blanco, éste no funcionaría en ese país, no es porque no sea un buen vino, sino simplemente porque los consumidores con una clara tendencia de vino tinto, en su mente de forma inconsciente continuarán buscando un vino tinto. También hay situaciones, donde el paladar de los consumidores está educado al perfil semidulce de los vinos, en ese caso, al probar los vinos secos, les resultan más fuertes aunque quizás con el tiempo se irían acostumbrando a los secos pero de una forma muy lenta.

Una de las ventajas que brinda el turismo a la gente que nos visita cada año es ofrecer nuestra preciada cocina mediterránea y el maridaje con nuestros vinos. Los visitantes se van acostumbrando a nuestra gastronomía y cuando vuelven a sus países de origen, lo quieren continuar haciendo porque tienen un buen recuerdo de las vacaciones pasadas en España.

Cada tipo de vino es único, ese momento de chateo con los amigos cuando disfrutas mientras tomas un vino blanco o rosado refrescante o cuando estás cenando con tu pareja y te apetece compartir una botella de vino tinto…sin olvidarnos de esos momentos de fiesta cuando las burbujas de un buen espumoso no pueden faltar.

¿Y tú, qué vino prefieres?

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