La huelga de transportistas está afectando a todos los sectores productivos de nuestro país y el vino no es una excepción.
Las bodegas se están viendo afectadas por estos paros y algunas incluso están ralentizando o deteniendo su producción debido a los problemas logísticos.
Ayer lunes 28 de marzo hizo 15 días que se inició la huelga de transportistas y el vino, al igual que ocurre con otras materias primas, está teniendo graves problemas de distribución que además se suman a los creados por la invasión de Rusia a Ucrania. Por eso, la Federación Española del Vino (FEV) solicita al Gobierno medidas que aporten soluciones rápidas y contundentes, antes de que la situación se deteriore mucho más.
En la industria del vino el problema principal está siendo el abastecimiento de material auxiliar, como vidrio y otros elementos secundarios, aunque también se están teniendo problemas para hacer llegar el vino a los clientes finales. Esto ha dado como resultado que, a pesar de que los distribuidores continúan pidiendo vino a las bodegas, éstas, no encuentren transportistas que lleven la mercancía a destino.
Esta situación, junto al constante incremento del precio de la
energía, está provocando que se eleven considerablemente tanto los costes de producción como los de aprovisionamiento. Esto ha dado como resultado que muchas empresas tengan que reducir su actividad hasta que la situación mejore y algunas incluso se han visto obligadas a detener el proceso de embotellado hasta que haya una solución.
Ahora todo el mundo está esperando que se tomen medidas que faciliten continuar con la actividad comercial cotidiana a costes asequibles. Mientras tanto, el sector vinícola se prepara para retomar la actividad ferial que era normal hasta hace dos años empezando por Barcelona Wine Week, que tendrá lugar en el recinto Montjuic de Fira de Barcelona entre los días 4 y 6 de abril.